Hoy es el Día Mundial del Cáncer de Mama, y el rosa nos envuelve para concienciarnos sobre esta enfermedad. Una jornada tan especial me ha hecho pensar en la belleza de este color tan simbólico y en cómo encaja en cualquier estancia de nuestra casa. Por eso, os doy unos consejos básicos para incluir el color rosa en la decoración.
Romper el mito del color rosa
Hasta hace unos años, pensábamos que el rosa era solamente cosa de las habitaciones de niñas. Y si lo encontrábamos en otra parte de la casa, considerábamos que era algo ‘cursi y ñoño’. Nada más lejos de la realidad.
El color rosa en la decoración ha conseguido convertirse en una tendencia plenamente consolidada, como un elemento perfecto para los ambientes más actuales y modernos, incluso un punto atrevidos. Y, por supuesto, es cosa de adultos.
Las ventajas del color rosa en la decoración
Uno de los grandes puntos a favor del color rosa en la decoración es que combina a la perfección con muchos otros colores. Grises, verdes, azules, neutros como los arenas… la mayoría encaja con un color rosa, especialmente con sus tonos más suaves.
Además, el rosa aporta al resto de colores un matiz especial, por lo que la decoración general del espacio tendrá un aire único. Por ejemplo, a los más intensos les da luz y les rebaja seriedad. Una lámpara colgante artesanal en color rosa palo puede hacer que un salón sobrio se convierta en mucho más cálido y acogedor.
¿Más factores a tener en cuenta? El color rosa implica confianza. Por lo tanto, las personas que entren en tu hogar y vean elementos decorativos en este tono se sentirán muy a gusto en la casa.
¡Combina el color rosa en la decoración con el resto de elementos artesanales de tu casa y conseguirás ambientes espectaculares!